martes, 10 de noviembre de 2015

Violación a los Derechos Humanos

Orlando LetelierMarcos Orlando Letelier del Solar nació en Temuco el 13 de abril de 1932. Fue un político, economista y embajador chileno, y por supuesto; miembro del gobierno de la Unidad Popular de Salvador Allende.
Letelier en el Golpe de Estado de 1973 ocupaba el cargo de ministro de Defensa. Al entrar a su despacho en el Ministerio de la Defensa, ubicado en Alameda con avenida Bulnes, fue detenido por fuerzas militares y se convirtió en el primer alto funcionario gubernamental en ser detenido. Al igual que otros funcionarios del gobierno de la Unidad Popular, Letelier es detenido y torturado en el Regimiento de Artillería Tacna, y luego en la Escuela Militar del Libertador Bernardo O'Higgins. Después de ocho meses, es enviado a una prisión política ubicado en la Isla Dawson, en el Estrecho de Magallanes. Mas tarde, estuvo preso en el subterráneo de la Academia de Guerra de la Fuerza Aérea y el Campamento de Ritoque, ubicado en Valparaíso, que terminó siendo el lugar donde fue liberado por la presión de destacadas personalidades y comités de apoyo internacional que estuvieron en su favor.
En 1974, tras reunirse con su familia en Venezuela, se exilió en Estados Unidos y se estableció en la capital, Washington D.C invitado por el escritor estadounidense Saul Landau. Al siguiente año, ya era investigador de un instituto de investigación de tendencia marxista llamado Institute for Policy Studies (IPS), dedicado al estudio de políticas internacionales, junto con el liberal norteamericano Landau.
Sumando otras profesiones que ejerció como director del Transnational Institute o como profesor en la Escuela de Servicios Internacionales durante su exilio, Letelier se dedicó a escribir, dar conferencias y sobretodo hacer presión en el Congreso estadounidense y entre los Gobiernos de Europa, en contra del régimen de Augusto Pinochet. Se convirtió en poco tiempo en la voz más destacada de la oposición chilena y logró incluso evitar la llegada de los préstamos, sobretodo de países europeos, que pidió el régimen militar de Chile para restaurar la economía. Bajo estas circunstancias, provocó que la dictadura de Pinochet, el 10 de septiembre de 1976 promulgara oficialmente el decreto que quitó la nacionalidad chilena. Las palabras de Letelier tras informarse del hecho fueron las siguientes:

"Se me ha privado de mi dignidad de chileno, pero yo quiero que ustedes sepan que yo soy chileno, nací chileno y moriré chileno. Ellos los fascistas, nacieron traidores, viven como traidores y serán recordados siempre como fascistas traidores"



Hace 39 años, el 21 de septiembre alrededor de las nueve de la mañana fue asesinado Orlando Letelier, cuando su auto explotó en un atentado en el distrito de las embajadas en el centro de la misma capital. Este atentado también causó la muerte de su asistente Ronni Moffitt, de 25 años de edad y dejó herido al esposo, Michael Moffitt. En la autopsia, las causas de muerte de Letelier son:  «desangramiento», «amputación traumática de las extremidades inferiores», «lesiones sufridas en explosión»







El cuerpo de Orlando Letelier fue sepultado en Venezuela, debido a que Pinochet no permitió enterrarlo en Chile, aunque sus restos fueron repatriados en 1994.
Se dice que el asesinato de Letelier era la parte de la Operación Cóndor mencionada anteriormente que comenzó a asesinar a figuras de la oposición en países extranjeros durante la primavera de 1976 Actualmente, una serie de documentos recientemente desclasificados por la CIA denuncian que Pinochet no sólo sabía que el atentado iba a producirse, sino que él mismo ordenó el asesinato. Aún así, varias personas fueron procesadas y condenadas por el asesinato entre ellos estaban Michael Townley, un expatriado estadounidense, sicario de la CIA y muy colaborador con el servicio de la DINA, en donde el general Manuel Contreras, era antiguo jefe y también fue condenado, y el general de brigada Pedro Espinoza.  
Rafael Otero Echeverría, periodista y ex diputado radical que realizó la investigación, demostró que un grupo de cubanos comandados por agentes de la CIA, habían sido los que planearon y ejecutaron el crimen de Letelier. Aquí se demostraba que el maletín que el ex canciller llevaba en el día del asesinato tenía importante información política sobre Cuba, maletín que nunca se encontró en la zona del atentado. Y como dije anteriormente documentos desclasificados entregados por Estados Unidos a Chile demostraron la implicación directa de Augusto Pinochet y la DINA. 
Saul Landau recuerda el momento en que se dio cuenta que algo andaba terriblemente mal: "Mi esposa me llamó en la mañana, desde su oficina en el Capitolio, para decirme que acababa de ver el peor accidente de su vida”" expresó.
"Me contó que salía humo y fuego de un auto y que había trozos de lo que parecía ser un cadáver. Incluso vio vomitar a un agente del servicio secreto, de los uniformados que cuidan las embajadas”.
Cinco minutos después, una llamada histérica de su recepcionista le hizo saber a Landau que su amigo estaba muerto.
Confundido, se apresuró a su oficina. Al pasar por la escena del crimen, vio un camión del FBI con una enorme aspiradora que limpiaba todo lo que podía.

Por casualidad, esa mañana Letelier estaba dando un aventón a Ronni Moffitt y a su esposo Michael, a quienes se les había dañado el auto.

Michael Moffitt estaba en el asiento trasero y salió disparado del vehículo, aunque sólo sufrió algunos rasguños.

Su esposa salió con esfuerzo de los escombros y creyendo estar bien, se acercó a Letelier, quien estaba atorado en el asiento del conductor y murió a los pocos minutos.

Pero una esquirla de la explosión había perforado la garganta de Ronni Moffitt, quien se ahogó en su propia sangre media hora más tarde.

Agentes del FBI fueron a la casa de Letelier, donde notificaron de los sucesos a su esposa, Isabel. "Mi primera reacción fue ‘tengo que ver a Orlando’”, le dijo a la BBC en 1978.

"Alguien del FBI me llevó a otra habitación y me explicó que no fue un accidente regular, sino que había una bomba en el auto y el cuerpo de Orlando estaba destrozado, y que no lo podría ver”.

"Le respondí que era muy importante para mí verlo, que había sido mi compañero durante 20 años y quería despedirme de él o de su mano, o de lo que quedara”.

Incluso antes de su muerte, la señora Letelier había recibido amenazas telefónicas diciéndole que su marido estaba en peligro.

"Recuerdo una muy específicamente, porque fue realmente corta”, señaló. "Me llamaron y me preguntaron ‘¿Es usted la señora Letelier?’ Dije que sí y se rieron, "No, usted es su viuda”."

Unas semanas antes de su muerte, Pinochet había despojado a Letelier de su ciudadanía chilena.

Aún así, Saul Landau dice que Letelier no pensaba que nadie trataría de atacarlo en Estados Unidos.

"Todos estábamos asombrados por la audacia de esto, que alguien se atreviera a hacerlo a menos de una milla de la Casa Blanca, en la capital del imperio”, expresa. "No podíamos creerlo”.

 

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